A la sombra de un gigante

El crecimiento de las grandes ciudades de Colombia ha ido acompañada de varios problemas como: La segregación espacial, afectación al medio ambiente, dificultad en el manejos de residuos sólidos, poco acceso a servicios públicos, inseguridad, desigualdad, problemas de movilidad y así podrían seguirse mencionando problemas derivados de la expansión de la marcha urbana hacia otras entidades territoriales colindantes de menor proporción y que por su cercanía a las grandes urbes son las principales afectadas.


Son muchos los problemas y de igual forma muchas las soluciones entusiastas y buenas intenciones. Pero en la práctica, son pocas las alternativas que se han probado para dar soluciona a este problema, intrínsecamente relacionado al uso del suelo contemplado en planes de ordenamiento territorial que mucha veces son realizados por tecnócratas que ignoran la importancia de entender a la ciudad como entidad viva que crece pero que también muere. Su tiempo puede alargarse o acortarse dependiendo del manejo que el gobierno y las personas le den a la misma; no hay ciudad sin habitantes y no hay habitantes sin ciudad. Por ello se debe propender por un esfuerzo mancomunado para hallar soluciones a los problemas expuestos y lograr dar atención a las necesidades de las personas que día a día se desarrollan laboral, educativa, y socialmente en estos ambientes.

Versando sobre los planes de ordenamiento territorial, no se hacen palpables medidas que lleven a pensar que se realizan esfuerzos para planear la ciudad a futuro, las medidas cortoplacistas y la falta de visión de algunos gobernantes han hecho que problemas mitigables, ahora estén desbordados y fuera de las capacidades de las autoridades locales para atenderlos.

Con este panorama de presente, se interroga a cerca de la necesidad de crear un mecanismo jurídico – administrativo que ayude a contrarrestar estos problemas, dando directrices y generando políticas de forma mancomunada entre distintos niveles y autoridades para hacerle frente a los problemas derivados de la expansión urbana de Bogotá. Estos mecanismos son, la creación de áreas metropolitanas y las regiones metropolitanas. Conceptos formalmente similares pero materialmente diferentes.

Resultados y conclusiones: Los resultados a los que se llega después de analizar el caso seleccionado (Bogotá- Soacha) son las siguientes:

1) El crecimiento y la expansión urbana es un fenómeno que no parece tener contención, por lo tanto la coordinación de políticas que trasciendan algunas jurisdicciones hoy presentes en pro de mantener modelos de integración que funcionen con base a criterios técnicos y no políticos, es fundamental para el desarrollo de las ciudades.

2) La conformación de un área metropolitana amenaza los intereses políticos de las élites locales que mantiene fortines electorales en áreas marginales y que sacan provecho electoral de ello. De manera general en Cundinamarca y particularmente en Soacha, ciudad que conurba con Bogotá y por la cual se han hecho los más grandes intentos de unificación. Primero en el 2000 Enrique Peñalosa presentò un proyecto para crear una zona especial entre estas dos ciudades y en el 2013 cuando Gustavo Petro hizo lo propio, pero debido a los problemas con su destitución la propuesta quedo casi que sepultada. Además del cabildeo hecho por Juan Carlos Nemocon Alcalde del municipio entre el 2012-2015 y Betty Zorro, actual representante a la Cámara por Cundinamarca y perteneciente al partido Cambio Radical, partido al cual también pertenece el actual Alcalde de Soacha Eleazar González. Personalidades que creen que una posible integración podría erosionar la base electoral construida durante tantos años y con tanto esfuerzo en el municipio.

3) La implementación de uno u otro modelo está condicionado a los marcos jurídicos y administrativos vigentes en cada una de las entidades territoriales (ciudades). Así pues, se obtiene como ejemplo que el Valle de Aburrá y el Área Metropolitana de Barranquilla debido a situaciones históricas logran conformar áreas metropolitanas antes de que la constitución de 1991 entrara a regir, y en Bogotá, la creación de un área metropolitana es casi que imposible. Debido a la ley 1625 de 2013 y que actúa de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 322, 327 y 327 de la Constitución.

4) Continuando con lo anterior, la alternativa que se presenta para solucionar los problemas de crecimiento urbano en la capital colombiana es la creación de una Región Metropolitana, descartando la opción de un Área Metropolitana.

La creación de una “Región Metropolitana” crearía las condiciones para integrar políticas en cuanto a medio ambiente, movilidad y recaudo de impuestos. Sin tener que pasar por los procedimientos formales estipulados en la Constitución como, la convocatoria a consulta popular con el fin de hacer evidente la medida y segundo los liderazgos políticos enraizados en los municipios de influencia de Bogotá, cerca de 13 en la sabana, no verían afectados sus intereses debido a que no existiría una yuxtaposición de autoridades estando más dispuestos a cooperar.

Más bien, se crearía un escenario donde la administración distrital junto con representantes de los distintos municipios y del gobierno nacional se pondrían de acuerdo sobre ciertas competencias para lograr coordinar políticas y a acciones tendientes a mejorar la calidad de vida de los habitantes de este municipio, de nuestra querida Soacha que tanto lo necesita.

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