Bayer le apuesta a inversiones en Investigación e Innovación

Kemal Malik, responsable de innovación en el Consejo de Dirección de Bayer AG, destacó la intención de Bayer de aprovechar ampliamente en el futuro los aspectos en común que existen en el terreno de la salud humana, animal y vegetal.


En el transcurso de la evolución, los procesos que tienen lugar en los seres vivos han mantenido una similitud asombrosa. Todos los organismos tienen en común el almacenamiento de la información genética mediante el ADN, y aunque externamente hay diferencias llamativas entre los seres humanos, los animales y las plantas, estas diferencias no son tan grandes en lo que se refiere a las estructuras básicas. En el caso de los seres humanos, los distintos individuos compartimos entre un 99,5% y un 100% de todos los genes: solo existen diferencias mínimas en las secuencias, que son las que hacen única a cada persona.

Incluso con un gato, las personas aún compartimos más del 90% del genoma, y con una mosca de la fruta aproximadamente el 50%. Hasta el escaso 20% de genes que compartimos con las plantas ofrece nuevos puntos de partida para proyectos de investigación, que son impulsados en el grupo Bayer mediante una colaboración interdepartamental en el ámbito de los mecanismos de acción comunes y las tecnologías de plataforma.

Ya se han obtenido los primeros éxitos en un proyecto de investigación que aborda la obtención de energía en las células. El punto de partida fueron tres nuevas familias de productos para el tratamiento de infecciones por hongos en plantas (fungicidas). A partir de esa base, un equipo de investigadores desarrolló el nuevo nematicida Velum™/Verango™, que disponible desde 2014 en Europa y protege a las plantas frente a los nematodos (un tipo de gusanos) presentes en el suelo. Como la infestación por distintos gusanos también constituye un problema para los animales de producción y de compañía, los científicos del área veterinaria están intentando ahora identificar posibles principios activos con el mismo mecanismo de acción. Entretanto se ha averiguado además que esta forma de producción de energía en las células también podría ser relevante para el crecimiento de las células cancerosas: un grupo de investigadores de Bayer ha podido demostrar que determinados tipos de melanomas son sensibles in vitro a la inhibición de la generación de energía mitocondrial. «Es un ejemplo perfecto de sinergia entre las distintas áreas de biociencias», afirmó Malik.

Otro elemento de las actividades de innovación de Bayer son las colaboraciones externas. «En los últimos años, muchos proyectos de investigación innovadores han surgido en colaboración con institutos y universidades o con jóvenes empresas pioneras —explicó Malik—. En la actualidad, las empresas ya no pueden cubrir por sí mismas todos los campos de la innovación, por lo que las cooperaciones y alianzas estratégicas ocupan un lugar imprescindible en la cadena de generación de novedades de todas las empresas que investigan con éxito».

Malik destacó como premisa básica para ello el que las colaboraciones se estructuren con inteligencia desde el principio para que cada socio pueda aportar de forma óptima sus conocimientos y experiencia específicos a fin de alcanzar el objetivo común con mayor rapidez y eficiencia. Señaló que actualmente existen unas 850 asociaciones de este tipo en Bayer HealthCare y Bayer CropScience, a las que en 2014 se han añadido dos más, centradas en mejorar la gestión de grandes volúmenes de datos en el ámbito de las biociencias.

Una de ellas es la cooperación de Bayer HealthCare con el Instituto Broad, un centro de investigación conjunto de la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) situado en Boston (Massachusetts, EE. UU.). Ambos socios persiguen aquí la meta común de mejorar la vida de los pacientes con cáncer. El Instituto Broad es líder en el terreno del análisis genómico, la oncogenómica y la bioinformática masiva.

Por su parte, la colaboración de Bayer CropScience con Targenomix aspira a encontrar nuevos planteamientos para combatir las malas hierbas y mejorar la calidad de las plantas de cultivo. Targenomix es una empresa surgida del Instituto Max Planck de Fisiología Vegetal Molecular de Golm (Alemania), uno de los líderes mundiales en biología de sistemas vegetales.

Las innovaciones se basan en una cultura y una mentalidad abiertas. Algunos ejemplos de la llamada «innovación abierta» en Bayer son las exitosas iniciativas Grants4Targets, Grants4leads y Grants4apps de Bayer HealthCare o los semilleros de empresas CoLaborator en San Francisco y Berlín. Por otra parte, las nuevas inversiones estratégicas de capital-riesgo permiten el acceso a jóvenes empresas pioneras y a tecnologías de futuro, además de fomentar la cultura innovadora y el espíritu emprendedor de Bayer. A través de una inversión en el fondo sanitario Versant Ventures, Bayer HealthCare participa en nuevas empresas de vanguardia en el ámbito de los biofármacos, los productos sanitarios y otros campos de las biociencias. Además, Bayer HealthCare participa en el fondo tecnológico alemán Hightech Gründerfonds II junto con el Ministerio de Economía y Energía de ese país, el grupo bancario KfW y otras compañías para financiar nuevas empresas prometedoras en el campo de las biociencias y la salud.

Bayer continuará apostándole a la innovación

En el futuro, el grupo Bayer apostará aún más por las innovaciones en las áreas de ciencias de la vida: agro y salud. «Esperamos que en los próximos años siga incrementándose la inversión en investigación y desarrollo», afirmó el Dr. Marijn Dekkers, presidente del Consejo de Dirección, durante el foro de prensa «Perspectiva de innovación a finales de 2014 en Bayer». Las inversiones de investigación y desarrollo en las áreas de ciencias de vida asciende a 3200 millones de euros, de los que aproximadamente el 70% corresponde al sector de salud (Bayer HealthCare) y el 30% al sector agrícola (Bayer CropScience). Dekkers aseguró que, como empresa biocientífica de nivel mundial, Bayer seguirá apostando por mercados atractivos con elevadas tasas de crecimiento, por lo que sus perspectivas de futuro son muy positivas.

En total, Bayer cuenta con más de 13.000 empleados en las áreas de investigación y desarrollo, un 61% de ellos en Bayer HealthCare y un 39% en Bayer CropScience. Dekkers explicó que Bayer ha logrado grandes avances en ambos sectores. Así, en el área farmacéutica, la empresa ha culminado con éxito 25 estudios clínicos de fase III desde 2010, mientras que Bayer CropScience lanzó al mercado 30 nuevos principios activos entre 2000 y 2013. Tan solo el pasado año, Bayer registró casi 500 patentes en el terreno de las biociencias.

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