Cobros por Congestión

La irresponsabilidad del Estado y especialmente de Bogotá D.C. por medio de sus diferentes Alcaldes de turno que a lo largo del tiempo y la historia jamás planificaron la construcción de una sociedad moderna, de ninguna manera este tipo de errores debe ser pagado por la ciudadanía. Los problemas de movilidad que a la presente se convirtieron en una catástrofe, son el producto de la falta de políticas serias que en su momento hubieran beneficiado al mejor desenvolvimiento y desarrollo de ciudad.


Los recursos que se generan por compra de combustible, aplicando a ésta la tasa de uso, compra de seguros, revisión técnico mecánica, impuestos de rodamiento incluido semaforización y las multas por infracciones de tránsito, creo que son más que suficientes gastos para los propietarios de todo tipo de vehículos; ahora bien, si contáramos con unas vías primarias y secundarias en buen estado, hasta de pronto sin problema alguno se podría contribuir en esta propuesta tan absurda, por no decirlo de otra manera.

Los Gobiernos Nacional y Distrital deben unir esfuerzos para mejorar la calidad de vida de las ciudades y el país en general; la implementación del Sistema masivo de transporte Transmilenio y el Servicio Integrado de Transporte SITP, manejado por los grandes monopolios a los que se ha brindado todas las garantías para la explotación de esta industria desde el sector privado, no representan los interés ni los impuestos que dentro de lo legal estos deberían generar, máxime aun cuando les han asignado unos carriles preferenciales dentro de las vías de uso público de la ciudad. Ahora si bien es cierto realizando un análisis sobre la prestación de este tipo de servicio se puede categorizar que mientras Transmilenio tiene un déficit dentro de la calidad de la prestación del servicio por los problemas que son de conocimiento general, en el caso de SITP causa un desorden total con una cantidad de buses que caminan vacíos y ocupan las principales calles y avenidas, única y exclusivamente causando la mayor parte de los trancones de la ciudad.

La aplicación de dicho cobro para los vehículos de servicio público, modalidad taxis, es una idea descabellada desde todo punto de vista a tal punto que me atrevo a decir que debe estar direccionada sin ningún tipo de estudio para so correspondiente justificación; de llegar a cumplir eta medida que ojalá la ciudadanía se despierte y le ponga un alto a todo lo que los gobernantes pretenden imponer, automáticamente se elevaría el costo en el precio por la prestación del servicio y como tal terminaría pagando el consumidor final.

Para el caso de los motociclistas esto no tiene carta de presentación; la motocicleta en el país y particularmente en Bogotá es utilizada bajo dos argumentos claros: primero por la rapidez con la que se de desenvuelven sus conductores, lo cual permite el ahorro de tiempo en el desplazamiento de un lugar a otro, y segundo por la economía; es de anotar capítulo aparte, que la mayor parte de propietarios de este tipo de vehículos no tienen los recursos suficientes como para decir que esto es un lujo, al contrario, la banca privada y los concesionarios han permitido la facilidad de adquirir un equipo de estos con la copia de la cédula y el dinero que han de invertir en pasajes de transporte público, el cual ha sido ahorrado para la cuota de dicho crédito.

La mayor parte de las decisiones que han perjudicado directamente al bolsillo de los colombianos por concepto de impuestos, multas etc. etc., se han tomado sin los diseños y estudios necesarios para su aplicación, y sus consecuencias han sido graves.

Existe una cantidad de fórmulas para mejorar la movilidad en el Distrito Capital, lógicamente que algunas de ellas requieren de una inversión del Estado y otras del ajuste, participación y colaboración de la ciudadanía. Por este medio hemos puesto en consideración algunas de ellas, pero como quienes conociendo el tema y viviendo una realidad en el día a día no somos reconocidos expertos ni vivimos en Londres, realmente esas ideas no valen la pena.

Desde esta columna editorial de este importante medio de comunicación me permito hacer un llamado serio y respetuoso a las autoridades para que en lo posible reconsideren esta idea y a la misma ciudadanía para que sentemos un precedente y nuestra voz de protesta enmarcada en el respeto y la ley para no tener que seguir sufriendo los atropellos de quienes en sus campañas electorales ofrecen un cambio de vida, pero realmente esa reidivicación social no se ver por ningún lado.

@galodejesús

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