¿Cómo es el acompañamiento del ICBF a un menor de edad cuyos padres han permitido manipular pólvora?

Apoyo psicosocial y el restablecimiento de derechos son las dos premisas que el ICBF maneja para acompañar a un menor de edad al que se le han vulnerado sus derechos y se ha puesto en juego su vida porque sus padres de manera irresponsable permitieron que usara elementos pirotécnicos.


Hace algunos, días, en este medio se publicó una nota en la que se mencionaba el castigo que tienen los padres de familia irresponsables que permiten que su hijo o hija manipule pólvora, sin embargo, en esta ocasión se dilucida el proceso o apoyo que brinda el ICBF al niño o niña al que su padre o madre fue judicializado precisamente por este mal comportamiento y por poner en riesgo la vida e integridad del menor.

Para tal efecto, se consultó con Gina Paola Ramírez, quien es trabajadora social del Centro Zonal de Soacha y explicó algunas de las maneras que tiene el Instituto para impedir que el menor sufra un gran impacto mientras se soluciona la situación judicial de sus padres, para ello se tiene en cuenta que el propósito fundamental es restablecer los derechos del niño o niña que está inmerso en el proceso.

“La idea es verificar en primer momento cuáles son los derechos que se encuentran vulnerados, aparte de lo evidente que es en ese momento el daño provocado por el uso de la pólvora, también se verifica que el niño tenga el acceso de manera inmediata al sistema de salud con la atención pertinente, con los especialistas si es necesario; además se mira su derecho al a recreación y mirar porqué se le permite a un niño que juegue con pólvora habiendo otros espacios de utilización del tiempo libre”, explicó la profesional.

Acto seguido, se le realiza un acompañamiento psicosocial desde las áreas de psicología y de trabajo social, este consta de una visita para comprobar las condiciones de vida de la familia y dependiendo de la gravedad de dichas condiciones, se hace una búsqueda de familia extensa, es decir, de abuelos, tíos, primos que puedan hacerse cargo del menor mientras el padre, la madre o los padres aseguran y demuestran que pueden volver a brindarle unas óptimas condiciones de protección y seguridad a sus hijos.

“Los casos se dan de manera general, no es que existan unas condiciones características que condicionen el uso de la pólvora, pero hay factores de riesgo como el maltrato intrafamiliar, que facilitan este tipo de situaciones, hay niños que a escondidas también van y compran pólvora y es porque no hay una buena comunicación en su familia o porque de pronto cuando intentaron decirle a sus padres si les comparaban la pólvora, ellos estaban discutiendo o estaban acudiendo a otra entidad porque tenían a otro hermano con problemas de comportamiento”, expuso Ramírez.

Finalmente, la trabajadora social manifestó que estos factores hacen que el menor no cuente con un entorno de apoyo para prevenir este tipo de situaciones, de ahí que sea importante la articulación entre todas las instituciones que trabajan como agentes del sistema nacional de Bienestar Familiar para ejercer el restablecimiento de derechos de los menores independientemente del mes y celebración a la que haya lugar, como por ejemplo el halloween, el mes de los niños, amor y amistad, o la misma navidad.

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