Con cine la comunidad del Manzano quiere mostrar sus problemáticas

Con un ejercicio de cine comunitario, las líderes Marinela Buitrago y Sandra Bustos organizaron en el salón comunal del barrio el Manzano una función cinematográfica como estrategia social para abordar las distintas problemáticas que vive este sector de la vereda Panamá.


La iniciativa de las líderes comunitarias llevó alegría y fantasía a los niños de ese sector; el ejercicio fue apoyado por el Movimiento Juvenil Recreo, y los colectivos audiovisuales, Suacha en Imágenes y Cineempleo.

La estrategia busca una socialización de temas como la recuperación del medio ambiente, prevención de sustancias psicoactivas, embarazo adolecente y violencia intrafamiliar. Al respecto, Marinela Buitrago, comentó:

“La iniciativa surge para que los niños y adolescentes estén más unidos y puedan compartir algo distinto en este barrio, es una buena opción para que compartan un ambiente más sano y que no estén en la calle pa´rriba y pa´bajo, es una forma de unirnos más, pero la iniciativa también se da por las problemáticas del barrio y mejorar la calidad de vida. El espacio de cine quiere abordar temas de prevención y por medio de una película dejamos un mensaje, esperando que ellos no tomen decisiones erradas. También es bueno decir que la alcaldía nos dejó abandonados y solitos, hoy no hay carro que recoja las basuras, no hay transporte para que los niños vayan al colegio y en general para todos, problemas de alumbrado público, en fin, la idea es seguir haciendo el ejercicio para ser escuchados y así mejorar la situación de los servicios básicos en el sector y buscar soluciones”.

Andres Tequia, habitante del sector, comentó: “En la película aprendí de las emociones, cuando uno está triste, alegre, cuando se siente desagrado…” Las líderes esperan consolidar el ejercicio de cine comunitario para tener permanente contacto con la comunidad y plantear soluciones a las problemáticas del sector. Sin duda los más contentos fueron los niños de Los Manzanos, muchos de ellos por primera vez conocieron la pantalla gigante y el sonido espectacular de una sala de cine en su propio barrio, que tiene un paisaje muy árido, pero muy alegre por las sonrisas de ellos.

Por: Rodrigo Vargas

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