Con éxito culminó jornada de desarme juvenil

Cerca de 100 armas blancas y dos de fuego entregaron diferentes jóvenes a la Policía. Además manifestaron el deseo de tener una actitud de cambio.


La actividad se llevó a cabo en el Colegio Marceliano Paez, allí los jóvenes entregaron las armas a cambio de bonos redimibles.

“ En este plan desarme los jóvenes entregan sus armas, pero más que eso los invitamos a desarmar el corazón, desarmarse de vicios de malas maneras. La idea es llamar a la reflexión de disfrutar espacio con la policía, los espacios en familia, esta es una manera de decirles que así podemos ser mejores ciudadanos, expresó Edelberto Ariza representante de la Secretaría de Gobierno en esta actividad.

“Estamos sensibilizando a los jóvenes para que entreguen sus armas de manera voluntaria, estamos realizando un concierto de diferentes géneros. Aquí los jóvenes muestran un potencial y la idea es que ellos vean que en el municipio hay entidades que los apoya y que se quiere que se genere transformación social, este es un trabajo avanzado e importante y una forma de decirle al joven que creemos en ellos, pues funciona más la parte preventiva de nuestra labor que la represiva”, manifestó William Ibáñez, jefe de área de producción y educación.

Además, para generar un ambiente más ameno para los participantes, se realizó un concierto de rap y actividades de sensibilización que ayudaron a decirle a los jóvenes que hay otras opciones de vida más constructivas para sí.

“Estamos reunidos formando tratando de influenciar a otros jóvenes a través de la música rap y con los eventos que nos proponen para mostrar que sí podemos cambiar, salir adelante y llegar lejos mostrándole a los demás que es bueno salir de la violencia”, expresó Alexis, conocido como Pomba Rap, un joven que a causa de problemas de barras bravas perdió una de sus manos y ahora busca llevar un mensaje de paz a más jóvenes para evitar que caigan en problemas mayores.

“Siento un descanso, en el barrio atracábamos, robábamos y hay una guerra entre fronteras, nos tocaba traer la banda para andar tranquilos. Ahora estoy estudiando mecánica de motos y voy a aprovecharlo”, manifestó uno de los jóvenes que entregó voluntariamente su arma y ahora está dispuesto a cambiar.

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