¡Cuidado! Vienen con peto y papas

Muchas de las carreteras de Colombia están siendo sitiadas en este momento por hombres y mujeres con actitudes sospechosas. Están cubiertos por prendas de uso restrictivo de personajes que desaparecieron en la historia, esas prendas dicen que se denominan Ruanas. Llevan consigo unas herramientas, que según algunos, se llaman costales y canastos con lo que quieren identificarse con esos personajes desaparecidos bajo el poder supremo de pontífices que entregaron el campo de este país a las omnipresentes potencias y grandes poderes internacionales.


Estos terroristas están en las carreteras insultando a los prohombres que, enviados por el magnánimo Presidente de la República, defienden la democracia, maestro. Estos sospechosos agreden con actitudes fanáticas y armas letales (piedras) a los defensores de las instituciones del estado que tan solo cuentan con sus armas de dotación, más gases lacrimógenos, bolillos y una que otra arma no convencional.

La sociedad entera rechaza las acciones que estos bandoleros, delincuentes y malhechores han adelantado en contra de las órdenes que nuestro rey supremo y su corte han impartido para que se garantice el derecho de los que quieren ir a Paipa a pasar el fin de semana. No importa si para garantizar esto deben los escuadrones de expertos en golpear niños hasta doblegarlos, como Nicolás Neira, subirse a las terrazas o entrar en las noches a sus madrigueras para golpearlos hasta que denuncien a sus cómplices y entreguen las municiones con las que pretenden atacar a los defensores de los derechos humanos, como son la fuerza pública.

Colombianos, pueden estar tranquilos; a pesar de que ahora todos tienen esos equipos tecnológicos que permiten grabar como los escuadrones enviados por el supremo Presidente de la República están educando a los facinerosos que pretenden atacar el libre desplazamiento de nuestra clase social, ya nos hemos encargado de erradicar de las redes sociales ese material, pues no queremos que copien nuestras estrategias pedagógicas en otros países.

En la tarde de ayer, conocimos de uno de los casos más evidentes de las acciones terroristas de estos delincuentes, alias “Los Campesinos”. Salieron a las calles escondiendo bajo sus vestimentas exóticas, que denominan ruanas, unos recipientes que contenían material de alto poder bélico, al evidenciar la presencia de estos violentos el comandante supremo aconsejado por su Ministro del Diálogo Social, dio la orden de dar de baja a estos extremistas.

Con la llegada de la noche las armas letales incautadas fueron conducidas al batallón, dónde gracias a las acciones de los expertos en explosivos fueron desactivadas y puestas a la orden del Presidente, de sus Ministros y de los comandantes de la policía; quienes departieron del suculento placer del manjar criollo, todos los convidados se deleitaron hasta la saciedad de un delicioso peto y unas papas, que en estado desactivado y en manos de nuestro clase dirigente no son más que delicias, pero que en manos de esos delincuentes eran armas letales.

Colombianos pueden estar tranquilos, la fuerza pública está para defender sus derechos, sus libertades y para escuchar sus quejas. Y recuerden que siempre cuenta el Gobierno Nacional con la forma de acabar con los que pretenden desestabilizar la democracia.

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