División en el 12 de marzo por demolición del cerramiento que cubre al barrio

Está lista la orden de tutela para derrumbar el encerramiento que protege al barrio 12 de Marzo de la comuna seis. La opinión de la comunidad está dividida ya que algunos habitantes dicen estar de acuerdo con el fallo, mientras que la mayor parte de la comunidad manifiesta sentirse inconforme con la decisión del juez.


Tras años lidiando con fuertes problemas de inseguridad y falta de orden en el barrio, sumado a la concentración de bandas delictivas en el parque principal, las cuales se dedicaban a atracar a quienes pasaban por el sitio, además de la evidente distribución de droga realizada por las mismas, la Junta de Acción Comunal con el apoyo de los habitantes del sector, hizo las gestiones necesarias para levantar un cerramiento que, según ellos, les permitiera mitigar el problema generado por los delincuentes.

“Se han presentado muchos inconvenientes por el problema de inseguridad debido a la presencia de bandas delictivas conformadas por jóvenes. Fácilmente aún se puede observar cómo después de las seis de la tarde llegan hasta treinta o cuarenta muchachos que se dedican a consumir drogas y mientras pasa la gente se atreven a asaltarlos usando armas blancas y cuchillos, inclusive están empezando a observar a qué horas salen las personas a trabajar y de esta forma ya han robado más de una casa. Debido a esta delicada situación, la comunidad empezó a buscar la forma de establecer nuestro medio de protección”, argumentó un habitante del sector.

En un principio se encerró la cancha principal del barrio gracias a las gestiones realizadas por la junta de acción comunal, la cual adquirió el permiso otorgado por la administración municipal; a raíz de ello la comunidad argumenta que desde entonces la seguridad mejoró notoriamente.

Posteriormente al levantamiento del cerramiento, algunos miembros de la comunidad manifestaron su inconformidad con el mismo, motivo por el cual presentaron una acción de tutela en la que se exigía la demolición de las cercas que cubren algunas cuadras del barrio y el parque principal, ya que según explica la comunidad, estas personas argumentan que se les está violando el derecho a la movilidad y que se está usurpando el espacio público; finalmente la tutela fue avalada por un juzgado el cual ordenó la demolición.

Johan Salcedo, habitante cercano al parque, explicó la situación que están viviendo como residentes: “La comunidad está dividida ya que algunas personas que no viven alrededor del parque (y evidentemente no están afectados por la cantidad de viciosos y delincuentes que a diario hacen presencia en el sector) realizaron una acción de tutela para acabar con el encerrado, a pesar de que nos ha servido mucho, lamentablemente el número de vándalos sigue creciendo, y una vez se quite el enrejado, la comunidad estará expuesta a ellos”, sostuvo.

Elberto Ariza, director de apoyo a la justicia de la alcaldía de Soacha, habló así sobre el tema: “Específicamente lo que tenemos es una orden de tutela de un juez que señala que debemos hacer cumplir la norma frente al tema de ocupación de espacio público y ocupación ilegal, y dadas las consideraciones que presenta el juez, nosotros enviamos el caso a la inspección sexta para que proceda con la demolición. Sin embargo está en proceso el permiso que pide la comunidad para poder usar el cerramiento, el cual se está realizando mediante la curaduría, a través de la ley 810 del 2003, es decir, la condición para que la orden se detenga la pone la comunidad por medio de las gestiones necesarias para hacer uso del espacio público”.

Por su parte la comunidad asegura que están tomando todas las medidas necesarias para que el área encerrada no deje de ser parte del espacio público. Jorge Herrera, Presidente de la Junta de acción comunal, puntualizó:

“La comunidad no está bloqueando ninguna calle principal, mucho menos las de acceso. Los muros y el cerramiento se han instalado alrededor del barrio y las puertas están abiertas desde las cinco de la mañana hasta las once de la noche, además todas y cada una de las personas que viven dentro de las cerramientos cuentan con su llave para poder ingresar y salir fuera de esos horarios. De esta forma demostramos que la movilidad en el sector no está siendo perturbada, ni entorpecida de ninguna manera”, finalizó.

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