Ellos privatizan, yo privatizo

Imitando de manera ejemplar y obediente la política económica neoliberal del gobierno del presidente Santos y dándole continuidad a los procesos de privatización del manejo de diferentes entidades de anteriores administraciones, (alumbrado Publio, Aseo), el turno le correspondió ahora al alcalde Juan Carlos Nemocón Mojica para entregar en concesión hasta por 20 años la recién creada Secretaría de Movilidad del municipio de Suacha, en virtud de las facultades extraordinarias que para tal fin le aprobó la coalición de gobierno y algunos concejales que se ufanan de ser la oposición al actual mandato.


Si bien es comprensible y razonable la creación de la Secretaría de Movilidad para organizar, regular y administrar los temas concernientes a la movilidad (organización del tráfico interno, control sobre el creciente transporte informal y los abusos que cometen quienes lo prestan, la señalización, la semaforización, la administración de patios, entre otros), no es claro por qué el Concejo Municipal creó este organismo de tránsito sin disponer de los recursos financieros, sin el talento humano y sin las instalaciones y logística que la dimensión de tal proyecto requiere.

Tampoco es claro que si la creación de la entidad estuvo precedida de un estudio financiero y se estableció que el municipio no disponía de los ingresos y los recursos presupuestales que el proyecto demanda, sin embargo hubo un empecinado afán e interés en apurar su creación y sobre todo en obtener las facultades extraordinarias para entregarla en concesión.

El concejal Norberto Cuenca, ponente del proyecto, argumentó que dada “la incapacidad administrativa, financiera y técnica de la administración municipal para el manejo de la entidad, considera que lo más conveniente es que terceros, públicos o particulares, tomen en concesión dicha entidad, y de esa manera el municipio empiece a recibir los recursos que no recibió cuando la movilidad local estaba en manos del departamento de Cundinamarca”.

De lo anterior se deriva otro interrogante que le debe responder a los ciudadanos el grupo de concejales que aprobó el proyecto: ¿Cuáles son las razones por las que la concesión se propone hasta por 20 años?

Según el concejal Carlos Ospina, “se requiere concesionar la secretaria de movilidad porque el Estado es paquidérmico” y que “el periodo de tiempo de 20 años tiene como finalidad que los empresarios comiencen a recuperar el monto de la inversión, luego se logre el punto de equilibrio de la misma y finalmente se alcance el punto de las utilidades o ganancias”.

Tanto las consideraciones de Cuenca como de Ospina, no son más que el reconocimiento expreso de la incapacidad del gobierno local y del liderazgo del Concejo para introducir cambios que hagan más eficiente, ágil y sobre todo más trasparente el manejo de las entidades del orden municipal sobre las que ellos ejercen control por facultad de la ley, y en consecuencia consideran que la panacea para todos los males del Estado, producto de su incompetencia, es la privatización a ultranza.

Otorgadas las facultades extraordinarias al alcalde, solo le queda sentarse a definir las condiciones en las que se pactará la concesión y los “beneficios” que le representarán al municipio, si es que le reportara alguno, pues la experiencia de anteriores privatizaciones (Sociluz, Servigenerales) evidencia que han sido más los problemas surgidos para los ciudadanos que los solucionados con tan onerosa medida, que como se observa en varias partes del mundo, y por supuesto también en Colombia, han sido un verdadero desastre: la privatización de la salud, la educación…

Para que al cabo de un par de años los ciudadanos no estén lamentándose de haber permitido tan grave decisión a través de sus representantes, los concejales; es la oportunidad para que las diferentes veedurías y organizaciones de la comunidad ejerzan control sobre la mesa de negociaciones en las que se pactarán las condiciones de la concesión para luego no lamentarse con la frase de cajón según la cual “el que no conoce la historia está condenado a repetirla”.

Dicen que “cuando el río suena piedras lleva” y algo tendrá de cierto. Que los concejales recibieron una jugosa cantidad de dinero por su voto, incluso los que votaron en contra para simular que en efecto la concesión era inconveniente”.

angelhumbertotarquino@yahoo.es

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