Inconformidad ciudadana por llegada del Circo de los Hermanos Gasca a Soacha

Aunque muchas personas recibieron con agrado la llegada del Circo de los Hermanos Gasca a Soacha, un grupo de personas expresó su malestar por la presencia de este espectáculo en el municipio, argumentando falta de autoridad de la Administración Municipal para evitar que trajeran a la ciudad un circo en el que según ellos, se maltratan animales.


Desde antes de que empezaran las funciones el pasado viernes, defensores de animales, activistas sociales y miembros de ONG que hacen presencia en Soacha y Bogotá, han manifestado su rotundo rechazo a la presencia del Circo de los Hermanos Gasca, porque consideran que dentro de sus instalaciones y para la realización de las funciones, hay maltrato hacia los animales. La polémica es tal que en las redes sociales se ha generado un debate en torno a este tema, haciendo fuertes críticas al gobierno Nemocón por haber permitido la instalación de la carpa, teniendo en cuenta que recientemente al circo no se le permitió estar más en Bogotá, donde tradicionalmente se instalaba.

“Como ciudadano soachuno y defensor del medio ambiente, no puedo dejar de alzar mi voz de protesta ante la permisibilidad del gobierno municipal frente a la instalación del Circo de los Hermanos Gasca. No podemos ser indiferentes ante quienes emplean en su espectáculo (si es que se puede decir así) a animales como tigres, elefantes, simios y cebras. Son ampliamente conocidas las innumerables quejas por el presunto maltrato a los animales, que han sido interpuestas por las organizaciones defensoras de animales, e incluso los precedentes sancionatorios del entonces Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, por el incumplimiento de legislación ambiental”, explicó Camilo Vásquez, líder ambientalista de Soacha.

“Sería bueno saber por qué acá se les permitió funcioanar sin tener en cuenta las premisas por las que les fueron negados los permisos en Bogotá. Los Hermanos Gasca con su circo de animales en cautiverio, hacen de esto el deleite del público”, expresó Fabián Pinto, habitante de Soacha.

“Creo que tener animales en cautiverio es una forma de maltrato animal que no me gustaría que los niños vieran. Aunque suene extraño, considero que los animales sienten dolor, frio y hambre. En este caso, ellos son enjaulados y vilmente entrenados para ser exhibidos. Bogotá ha sido un ejemplo importante para el país al prohibir espectáculos donde sean exhibidos y sacrificados los animales, pero la idea no es prohibir los espectáculos, sino educar a esos empresarios para que no usen a los animales para sus fines económicos. Los habitantes de Soacha merecen espectáculos importantes como Circo del Sol, o una locación para el Festival Iberoamericano de Teatro, donde la estética y el espectáculo es creación y dominio de la inteligencia del ser humano, y no producto de aprovecharse de esas especies indefensas que siguen sus instintos por mera supervivencia. No podemos ser apáticos y seguir las mismas prácticas del siglo pasado”, agregó Rodrigo Vargas, joven habitante del barrio San Nicolás.

Responde la Administración Municipal:

Ante las críticas y los señalamientos hechos por quienes están en contra del espectáculo del Circo de los Hermanos Gasca en Soacha, el Secretario de Gobierno del municipio, Óscar Giovanny Ramírez, explicó el proceso que se realizó para autorizar al circo a instalarse en la ciudad, el cual duró cerca de 15 días dada la cantidad de trámites que hubo que realizar para comprobar la legalidad y la viabilidad del espectáculo.

Ramírez señaló que durante aproximadamente dos semanas, Raúl Gasca realizó todo el trámite para solicitar los permisos ante la Secretaría de Gobierno. El Secretario explicó que su despacho fue muy exigente en cuanto al cumplimiento de todos los requisitos que se requieren para estos casos, teniendo en cuenta que se solicitó permiso de la Policía, dado el sitio donde están ubicados, y la contingencia que se genera para la institución. Por otra parte, era necesario que el circo cumpliera con un protocolo de seguridad, respecto a las aglomeraciones de público:

“También se les requirió un concepto favorable por parte del CLOPAD, dado que se necesita un manejo de emergencias y planes de contingencia, a fin de saber cómo se van a manejar las situaciones imprevistas. Tuvimos además el tema de la Junta Defensora de Animales, con el propósito de verificar los permisos del Ministerio de ambiente y Desarrollo Sostenible. Ellos radicaron cada uno de los documentos, llenando uno a uno los requisitos exigidos, teniendo en cuenta que adicional a todo lo anterior, les pedí el permiso de intervención de espacio público que da la Secretaría de Planeación, porque el área donde están ubicados es una zona de cesión que hoy está registrada como zona verde…

… Yo no puedo ser arbitrario con ningún permiso que me pidan, generalmente niego el 90% de esas solicitudes, pero no porque sea arbitrario sino porque en la mayoría de casos no se cumplen los requisitos exigidos. Acá nos piden permisos para hacer fiestas, reuniones y otras actividades, y simplemente lo que les digo es que la Ley establece unos requisitos, y que si los cumplen pueden acceder al permiso, de lo contrario no se otorga”, manifestó el Secretario de Gobierno.

Periodismo Público.com pudo comprobar el voluminoso paquete radicado por el Circo de los Hermanos Gasca con los documentos para la solicitud de los permisos que finalmente fueron otorgados. Hay que tener en cuenta que de acuerdo a la reglamentación vigente, en Soacha no se otorga ni se niegan permisos para espectáculos con animales, simplemente lo que se hace es verificar el estado de los animales en compañía de la Junta Defensora de Animales, mirando que estas sean acordes a la normatividad legal, y determinar si se permite o no su realización.

Sin embargo queda la duda sobre la forma cómo se otorgan los permisos en Soacha. Y un ejemplo es toda la tramitología, espera y hasta humillación que tuvo que vivir el otro circo que hace presencia en el municipio: el de los Hermanos Káscara. Ellos duraron cuatro meses ‘suplicando’ el permiso, y eso que sin animales, pero como no tiene la dimensión ni el renombre con que cuenta el de los Hermanos Gasca, fueron necesarios más de 120 días de espera para que finalmente la alcaldía los dejara funcionar.

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