La ley 100 está de cumpleaños

Aunque prevalecen algunos problemas con la organización operativa del sistema y la cultura del ahorro en materia pensional aún es deficiente, algunos consideran que trajo cambios positivos como unificación de regímenes, disminuyó el crecimiento de la deuda, se amplió la cobertura y se dio transparencia al manejo de los dineros.


La salud y las pensiones por años fueron un bache difícil de manejar, lleno de inconsistencias, para los gobiernos y los colombianos. Existían más de cien sistemas de pensiones y diversos regímenes y posibilidades entre diferentes entidades, concejos municipales, gobernaciones a través de ordenanzas y decretos y las empresas privadas, por medio de convenciones y/o pactos colectivos.

La desorganización y desintegración era total. Sin contar que no existía una conciencia del impacto financiero de las decisiones en el tema, entonces una pensión parecía una dádiva y terminaba siendo el interruptor que quebraba las empresas por los pasivos que se generaban, así mismo el Gobierno usaba los dineros recaudados en ahorro pensional para cubrir déficits fiscales hasta el punto que se agotaron las reservas del antiguo Seguro Social.

“La normatividad anterior contemplaba un exceso de beneficios para algunos sectores del gobierno (y la empresa privada) lo que impactó en el déficit pensional,por lo que elEstadodebe subsidiar dichas pensiones vía presupuesto nacional”, asegura Enrique Chaverra, Vicepresidente Administrativo de TG Consultores, Expertos en Soluciones Integrales de Pensiones.

Las buenas intenciones de la ley 100 de 1993

El fin de esta ley era garantizar calidad de vida acorde con la dignidad humana “mediante el cumplimiento progresivo de los planes y programas que el Estado y la sociedad desarrollarán para proporcionar la cobertura integral de las contingencias” (Ley 100 de 1993). Es decir, buscaba la igualdad en cuanto a procesos y a otorgamiento de prestaciones para todos los trabajadores cotizantes en el sistema.

De acuerdo con la exposición de motivos que se hizo ante el Congreso hace 20 años sobre el proyecto de ley, en el tema pensional existía la necesidad de crear un nuevo sistema, basado en el ahorro y la capitalización individual hecha por los trabajadores y los empleadores.

Además, era importante unificar las pensiones en un sistema dual: “En primer término, el Gobierno había diseñado un ambicioso proyecto que otorgara, en materia de pensiones, alternativas diferentes, nuevas y opcionales, a los trabajadores colombianos, para garantizar el pago oportuno y cierto de las pensiones. Que luego de las discusiones en las diferentes instancias del Congreso de la República quedó convertido en una norma con dos regímenes pensionales, uno privado, administrado por las AFP y otro público administrado por el antiguo I.S.S” (Ley 100 de 1993).

Igualdad para todos

Otro de los aspectos importantes que cuidaba esta ley era complementar el sistema con seguros para amparar riesgos de invalidez y para los sobrevivientes de los afiliados y pensionados fallecidos. Así lo explicaron los ponentes ante el Congreso de la República durante el proyecto de ley.

De acuerdo con Enrique Chaverra, la ley “ha sido importante para Colombia ya que no se siguió ampliando la brecha pensional puesto que como se ha comprobado hoy en día, no existen las reservas suficientes para pagarlas, esto refleja lo que la ley buscaba, que era crear garantías estatales que protegieran los ahorros, sustentando la rentabilidad mínima”.

Los problemas que aún faltan por resolver

Uno de los grandes problemas que prevalecen a pesar de los 20 años de la Ley 100 de 1993 es la evasióny elusión de aportes al sistema. “Para solucionar este problema lo que tiene que hacer eloperadordel régimen es tener mejores controles para que las personas se vean obligadas a cotizar, lo cual se ha logrado con la implementación del pago electrónico de aportes (PILA) y adicionalmente con la creación de la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales UGPP”.

Aunque mejorar la cobertura y ampliar la cultura pensional era uno de los objetivos de la ley, aún es una minoría la que cotiza. Un ejemplo claro de falta de cultura pensional es cuando las personas aseguran que jamás se van a pensionar pero en realidad no han mirado las posibilidades reales que tienen de alcanzar este beneficio.

¨Además está el tema del mejoramiento de la situación laboral del país a través de una política de generación y formalización del empleo, el desarrollo de normas que incentiven este aspecto permitirá que una mayor parte de la población acceda y pague seguridad social¨, explica TG Consultores.

Finalmente otro de los grandes problemas que aun no ha resuelto la ley es el de las pensiones no financiadas, es decir las pensiones que superan enormemente el monto que en realidad se ha ahorrado, lo cual requiere de reformas profundas al sistema y que se acaben definitivamente la transición de esos regímenes especiales.

Se ha ganado mucho en transparencia respecto a la administración de los recursos del ahorro pensional, pues las creadas administradoras de Fondos de Pensiones se rigen por un estricto código de inversión que unido a la necesidad de rentabilidades mínimas, obligan a que las inversiones de estos recursos se hagan en sectores y actividades realmente rentables. “Ahora, la inversión de los dineros se hace en temas como infraestructura, en empresas colombianas y eso trae desarrollo.” Enfatizó Chaverra.

Fuente: TG consultores.net

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