La odisea de los habitantes de Soacha que se desplazan a Bogotá

Miles de habitantes de Soacha deben desplazarse diariamente hasta la capital colombiana a trabajar, estudiar, buscar empleo o hacer alguna diligencia. Dependiendo del sitio de destino, son hasta cinco horas diarias dentro de un colectivo, situación que cambia según la hora, la velocidad o de los tradicionales trancones. Al hacer las cuentas, muchos se la pasan hasta 30 horas semanales en un bus.


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En cualquiera de los sitios aislados del centro de la ciudad (Compartir, Ciudad de Quito, Altos de la Florida, Ciudadela Sucre, Olivos y otros), es normal que sus residentes que trabajan o estudian en Bogotá se levanten sobre las 3:30 a.m. y se acuesten hacia las 12 de la media noche. Deben hacerlo si quieren coger transporte relativamente fácil y llegar a tiempo a cumplir sus compromisos.

“Yo tengo que levantarme a las 3:30 a.m. para llegar una hora después al paradero de Cristales; mientras hago fila y puedo subirme a un colectivo ya son las 5:00 de la mañana, que es la hora que debo salir para llegar a las 7:00 al trabajo en la 106 con Autopista. En la noche es algo parecido porque de la oficina salgo a estudiar hasta las 10 p.m. y llego de nuevo a mi casa tipo 11:30.”, narró Laura Jimena Mayorga, residente en Compartir.

Y como ella, miles de usuarios viven la misma odisea, independientemente del medio donde se desplacen: colectivo, bus o Transmilenio.

Lo peor para la mayor parte de las personas que se desplazan hacia Bogotá es que se la pasan “metidos” dentro de un colectivo o bus alrededor de cuatro o cinco horas al día, y quienes prefieren Transmilenio, el problema se aumenta porque además deben tener en cuenta que ya no son dos, sino cuatro transportes diarios.

Muchos de los que trabajan en la capital se ganan el salario mínimo, y en solo transporte se gastan alrededor de $150.000 al mes, como quien dice una quinta parte de lo que reciben debe destinarse a pagar pasajes.

Así es la vida para las más de 200 mil personas que se desplazan diariamente entre las dos ciudades, ya sea en Transmilenio o en el transporte colectivo. “A uno se le va buena parte de la plata en solo pasajes porque no hay rutas directas ni alimentadores. La Secretaría de movilidad de Soacha nunca se preocupó por gestionar este tema y los que pagamos los platos rotos somos nosotros los pobres”, añadió Imelda Peña, residente en el sector de Ciudadela Sucre.

El experto en movilidad, Fernando Rojas, dijo recientemente a Noticias Caracol que la única ciudad en donde sus habitantes tienen que disponer por lo menos de la cuarta parte de su tiempo para movilizarse, es Soacha. “Es que en este municipio no hay frecuencias ni calidad en el servicio. Fijémonos que entre 2013 y 2014 se anunció que iban a abrir la licitación de las rutas alimentadoras en Soacha, pero cinco años después no hay nada, lo que quiere decir que la gente paga más por tener que moverse en Transmilenio”, sostuvo.

Lo delicado para Rojas es que el tema del transporte ya es una bomba de tiempo con el agravante de empeorar cada día más, debido a que los desarrollos urbanos siguen creciendo en este municipio, mientras su sistema de transporte es obsoleto, deficiente y las mismas autoridades hace caso omiso a la situación.

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