Los atrasos en las fases II y III de Transmilenio Soacha

Va concluir el primer semestre del año y las fechas anunciadas para que en 2019 esté funcionando el sistema Transmilenio hasta El Vínculo ya comenzaron a dilatarse. El mismo Simón Gaviria, quien recientemente renunció a la dirección de Planeación Nacional, aseguró que entre abril y agosto estaría abierto el proceso de licitación para adjudicar la construcción, pero es la hora que no ha pasado nada.


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A la falta de seriedad de las autoridades nacionales para cumplir el cronograma establecido desde el comienzo, se suma el gran error descubierto en los diseños realizados por la Gobernación de Cundinamarca, al incluir la desaparición de cinco bombas de gasolina, lo que indica que la fuente de financiación del municipio por sobretasa quedaría fuertemente golpeada.

De quitarse las estaciones de servicio, el dinero que tiene previsto el municipio de Soacha para responder por el 15% que le corresponde en la obra, se vería seriamente afectado. Por eso, el alcalde de Soacha, Eleázar González, acudió a la gobernación y solicitó reestructurar los diseños; esto dilató las fechas previstas inicialmente.

“Uno no entiende por qué con Soacha siempre es lo mismo; duraron más de diez años construyendo fase uno y ahora parece que todo va ser igual. Para qué abren la boca si no están seguros de cumplir las fechas”, dijo José María Guerrero, usuario del sistema y residente en Compartir.

Las autoridades insisten que a partir de la firma del convenio de cofinanciación se dará vía libre para abrir la licitación que elegirá al consorcio o a las firmas que llevarán a cabo la construcción de la obra con el propósito de comenzar la ejecución en el segundo semestre de este año. Sin embargo la realidad es otra, la licitación no se ha abierto y los días del año no alcanzan para cumplir lo prometido.

“Tanto ruido con Transmilenio cuando sabemos que lo que nos traen en un pésimo servicio, buses viejos, congestiones, colas, atropellos, vendedores en los buses y ladrones por todo lado, entonces para qué tanto escándalo si el verdadero transporte masivo lo van a construir es hacia Faca, con el tren de cercanías”, anunció Gilma Leguizamón, residente en el centro de Soacha.

Según el aval fiscal otorgado por el Consejo de Política Económica y Fiscal (CONFIS), las obras tendrán un costo cercano a los 615.089 millones de pesos, con un aporte de la Nación de $430.563 millones.

Los aportes establecidos por la Gobernación de Cundinamarca y el municipio de Soacha para la obra suman el treinta (30%) y provendrán de los recursos de las entidades territoriales. El departamento y el municipio aportarán, cada uno, 92.263 millones de pesos, recursos que se desembolsarán en el transcurso de los próximos 10 años.

Precisamente Soacha pretende financiar parte de ese dinero con la sobretasa a la gasolina, pero el municipio debe esperar que se defina si se modifican los diseños o no para saber si las estaciones de servicio continúan funcionando o desaparecen.

Lo cierto es que los residentes del municipio ven con preocupación que las fechas no se están cumpliendo y esperan que las tan anheladas fases II y III no se conviertan en un tormento, como ocurrió con la fase I.

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