Más de lo mismo

Hace muchos años, en columna para otro periódico, este servidor, señalaba que en Soacha nadie sabía qué era un árbol. Y, aunque científicamente, esté demostrado que los árboles son los pulmones de la tierra, en Soacha es evidente la indiferencia y hasta el desconocimiento de los responsables del medio ambiente, sobre este particular.


Caminar, por ejemplo, por cualquier sitio de Soacha, un pueblo reseco, nos obliga a refugiarnos con el aire acondicionado que tampoco existe, y la tierra no perdona. Y, por lo menos, el 90% de la población respira aire contaminado y sus autoridades no se han dado cuenta de la cantidad de gente que puede morir por la contaminación. Y, tampoco se han enterado que existe una solución económica, natural y efectiva, porque cada árbol que plantemos, daría sombra, hará de pantalla contra el sonido y el polvo, acogería aves e insectos y ordenaría los espacios. Estos árboles por su máxima función biológica, la realizará a través de sus hojas, que producirán oxígeno y absorberán el dióxido de carbono que envenena nuestros pulmones.

Pero las autoridades de Soacha no se han dado cuenta de esto y hasta permiten que se talen, porque sí, los pocos que hay. Y se olvidan para qué nos sirven. Cuántos árboles, señor Alcalde, existen en las calles, plazas y nuevas urbanizaciones? Valdría la pena que, por este mismo medio nos citara el número y nos contara qué plan tenía al respecto y qué se ha hecho, porque de esto sólo recuerda este humilde servidor que el Municipio de Bogotá regalaba, hace más de 30 años, una buena cantidad de árboles y los retiraba alguien de la Administración y los ponía en venta en algunas Haciendas locales y residencias bogotanas, como manera de descontaminar el bolsillo. Buen destino, ¿verdad, apreciados lectores? Y magnífica manera de hacer crecer el saldo en el Banco. Pero así son las cosas de nuestra tierra natal.

Y, ahora veamos algo que se volvió parte del paisaje. Por la falta de cumplimiento en las obras del sector de Ducales, a los residentes de este Barrio se les ha impuesto el terrible castigo que significa el diario mal olor y el paso difícil por la calle en donde se destapó una alcantarilla que se pretendía modernizar y a sus residentes, gentes de humilde condición, se les ha impuesto desde el mes de abril un permanente castigo por haber solicitado el mejoramiento de tal alcantarilla. Y los trabajos que se iniciaron no se sabe cuando, terminarán sin conocer en qué día, mes o año, porque solo a ratos se ven a los obreros que pasan por allí y nada pueden hacer por la abulia del contratista que también los contactó para otros trabajos que seguramente cumplen, allí, el mismo castigo de no hacer nada, porque no, le han llegado los materiales o herramientas que necesita. Además, la alcantarilla destapada recibe aguas residuales que están creando condiciones de insalubridad a los vecinos, sin que las autoridades del Municipio pregunten por lo ocurrido e impongan las obligaciones del contrato, si es que existe. Y esta situación hasta cuándo? Pues hasta que haya nuevos funcionarios Municipales a quienes se les obligue el cumplimiento de sus obligaciones que hoy ignoran.

Además de lo anterior, se dejan en las vías públicas escombros de los arreglos que se efectúan en ellas, y se abandonan los Parques como el del Barrio La Amistad y se permite el deterioro de mallas y gradas del campo de microfútbol terminando en sitios para la distribución y consumo de drogas. Y las autoridades qué? Nada hacen ante los reclamos permanentes de la Acción Comunal.

Al parecer el Concejo permite seguir con el contrato de una empresa denominada Aseo Internacional, la recogida de basuras en el Municipio. Pero más le valiera no haberlo hecho porque las reclamaciones de los habitantes dan lugar a que algo anda mal ya que, en algunos casos, hay que pagar por la recogida de escombros y cancelado esto no se sabe cuándo cumplen el trabajo y son pagos adicionales que se exigen al contribuyente. ¿Y el Alcalde qué dice? Nada. Permanece en absoluto silencio. En tales condiciones el Municipio va a tener que colocar un funcionario adicional para el aseo, así como hace el Secretario de Gobierno y lo hizo notar en el Concejo en abril último cuando cumple las funciones que le asignan la Ley, las Ordenanzas y los Acuerdos, pero no se llevarían abogados, mecanógrafas y médicos, sino simplemente la volqueta.

Para ir terminando esta columna, hay que reiterar que el Alcalde Municipal señor Nemocón ha tenido en sus manos la Constitución y las Leyes para haber terminado con la lacra de la inseguridad y el desgobierno que se adueñó de Soacha y que ya no da tiempo para que se le acabe de inmediato, aunque se ofrezcan hasta dos millones a quienes posean armas y las entreguen, porque tal solución es muestra de que el señor Nemocón no está en sus cabales y que al tomar decisiones tan fuera de tono, daría lugar, entre otras cosas, a que a Soacha se le cambiara de nombre por el de Sicilia, por ejemplo, aunque esta referencia me duela, por la admiración y cariño que le he tenido siempre a la República de Italia. Y recuerde, señor Nemocón, que como dijo un brillante catedrático español, “Hay que dar ejemplo antes que lecciones.”

Además, hay que tener en la Administración funcionarios sensatos que piensen y que no, digan mentiras ni se inventen soluciones que solo producen risa de la mala, o ignorancia supina.

Joseignaciogalarza@yahoo.es

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