Proponen subir impuesto al patrimonio

El déficit fiscal que tiene el Gobierno de $12,5 billones fue la causa para que las autoridades plantearan subir las tarifas del impuesto al patrimonio. Una iniciativa de la que se han quejado las empresas, quienes ahora ponen otro grito en el cielo por la propuesta de revivir el modelo de recargos nocturnos de las horas laborales después de las seis de la tarde.


Ante tal carga en la estructura de costos de las compañías que empezaría a regir en el futuro, las firmas se muestran renuentes a pagar más y los expertos argumentan que con esta suma la producción y los empleos podrían tambalear.

Según el Informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial 2014-2015, las empresas locales pagan una tasa de tributación de 76% sobre utilidades antes de impuestos.

Entre los gravámenes que enfrentan están el de ganancia ocasional; sobre la renta para la equidad; el IVA; el 4×1000, el de industria y comercio, el predial y el de patrimonio con tarifas que varían entre 1% y 25%.

Este último es la manzana de la discordia entre el sector público y privado, puesto que, tras desechar la baja en la base del impuesto de $1.000 millones a $750 millones, el meollo del asunto se trasladó a las tasas de pago.

El Gobierno, en cabeza del ministro de Hacienda y crédito público, Mauricio Cárdenas, pretende subir la tarifa máxima del tributo al patrimonio de 1,5% a 2,25% y con ello recaudar cerca de $8,8 billones en 2015, o sea cerca de 1% del PIB.

Esto de inmediato causó malestar en los empresarios. Bruce Mac Master, presidente de la Andi, ha dicho en reiteradas ocasiones que este tributo es un inhibidor de la capitalización y de la inversión de las empresas y que además genera endeudamiento.

Por su parte, Germán Efromovich dueño de Avianca, dijo que dicho impuesto es algo que deben pagar las empresas como parte de su obligación con las finanzas del país.

Otro que no está de acuerdo con este gravamen es el presidente de Fenalco, Guillermo Botero, quien afirmó que este tiene “apelación a los infiernos porque es mucho más gravoso”.

Una de las principales críticas que le han hecho los empresarios y los grupos de estudios económicos a tal reforma tributaria es que es coyuntural y no estructural, por lo que se teme que pase en poco tiempo se piensen más impuestos.

La Asociación de Instituciones Financieras, Anif, en cabeza de Sergio Clavijo, propuso varias tesis tributarias que buscarían otros resultados.

Por ejemplo, se plantea que haya extensión al impuesto patrimonial, porque es antitécnico por repetir un tributo sobre un capital que ya paga el impuesto de renta, y se propone desmontar el 4×100, ya que pese a que se sacrificaría cerca de 0,8% del PIB de recaudo, se ayudaría a la bancarización y, así mejorar entre 5% y 10% los recaudos del impuesto de renta y el IVA.

Además, se propone establecer impuestos de 5% a los dividendos de las empresas, lo que generaría 0,2% de recaudo de PIB.

El peso del recargo nocturno

El otro punto crítico para las empresas es la propuesta de revivir el recargo nocturno para las horas laborales después de las seis de la tarde, conocidas como horas extra. Según un estudio de Fedesarrollo, volver a este sistema (que estaba antes de 2002) generaría un nuevo cobro de 35% adicional por hora trabajada. A lo que se le sumaría un recargo salarial mayor, ya que el precio de 60 minutos de trabajo en domingos y festivos ya no sería de 75% sino de 100%, “lo que intensificaría las presiones sobre empleadores de sectores como comercio y servicios”.

Botero, dijo al respecto que esta iniciativa se puede controlar al contraer o expandir el tamaño de la nómina, y el nivel de gasto contratando más o menos gente. No obstante, voceros de las grandes superficies dijeron que les preocupa el tema de más costos extra por hora ya que ellos necesitan emplear personas en los turnos de noche.

Así que, una legislatura que promoviera mejores condiciones laborales a los empleados, según Fedesarrollo, podría desembocar en una regulación de recargos salariales de horas extra que perjudican los ingresos porque los empleadores disminuyen los salarios de ocupaciones en contratos de horas adicionales.

Gonzalo Echeverri, gerente de Transporte de Vigías SAS dijo que los sectores de servicios, a excepción del bancario, se ven afectados por los costos laborales. Y en su caso, que trabaja en horarios nocturnos, el impacto es fuerte.

“Introducir cambios y cambios es un error mayúsculo, aunque la estabilidad jurídica es fundamental para las empresas”, dijo Sergio Mutis Caballero, presidente del Grupo Valor.

María Mercedes Cuéllar, presidenta de Asobancaria, aseguró que “al encarecer el trabajo formal, estas medidas fortalecerían las barreras estructurales que impiden un descenso de las tasas de desempleo natural e informalidad. Con ello se podría menguar los avances en formalización del mercado laboral”.

Lo cierto es que ante este panorama, Gobierno y empresarios estarán inmersos en un debate que por lo pronto no esboza un desenlace concensuado entre ambas partes.

Fuente: larepublica.co

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