Propuestas privadas también incluyen a Soacha para mejorar la movilidad

El modelo de Asociación Público-Privada (APP) parece ser la solución más real para acabar con los trancones en Bogotá y municipios aledaños como Soacha. Esta semana se mencionó de nuevo el tema del viaducto entre 3M y la General Santander, y cobró vida la terminación de la ALO como salida para descongestionar la autopista sur.


El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) tiene varias propuestas de privados para construir nuevas vías, sobre todo en los corredores que conectan con otros municipios. Por ejemplo se espera recibir el proyecto, a nivel de factibilidad, de ‘Vías Expresas al Norte’, que propone ampliar en cinco carriles la Autopista Norte, entre la calles 190 y 245, y llevar la carrera séptima a doble calzada.

“Lo que hemos conocido en reuniones previas es que los documentos no están aún listos, no han consolidado la información y se termina el plazo para entregar la propuesta en fase de factibilidad”, comentó el director del IDU, William Camargo Triana.

El funcionario del Distrito le hizo duros reparos a esta iniciativa de la firma Sainc.
“Siempre se ha pensado que la capacidad de la Autonorte se soluciona poniendo más carriles para el tráfico mixto. Lo que hay que buscar es que la infraestructura que se mejore privilegie el transporte masivo: una series de buses de transporte escolar, alimentadores, buses intermunicipales y transporte de carga, que se están moviendo a los municipios de la sabana”, explicó Camargo.

En palabras del director del IDU, no tiene sentido ampliar la capacidad hasta la calle 193, si los trancones después de esa zona, hacia el interior de la ciudad, persisten.
“Necesitamos obras que resuelvan los problemas de movilidad en Bogotá”, dijo.
Al despacho del funcionario también llegaron otras dos propuestas. La primera para la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) sector sur y la segunda, para la conexión Suba-Cota.

Con la ALO-Sur, los viajeros que vienen de Girardot no tendrían que hacer el recorrido Mondoñedo-Funza- Mosquera para empatar con la calle 13, sino que por la nueva vía ganan de 15 a 20 minutos porque entran por la intersección de Soacha, luego por un corredor ya construido ( le falta un pedazo de Bogotá), pegado al canal Cundinamarca, para salir directamente a la 13.

En este tramo el originador entregará el resultado de la etapa de factibilidad el 30 de abril (un mes antes de lo previsto) y el IDU lo analizará en un periodo de cuatro meses, cumpliendo con los acuerdos que fijó la Vicepresidencia de la República el pasado 4 de febrero.

La iniciativa fue diseñada por un grupo conformado por las firmas Concay, Icein, Pavimentos Colombia y Mario Alberto Huertas Cotes.
Con respecto a Suba-Cota, el proyecto “más adelantado”, está en etapa de factibilidad y en análisis por parte del IDU.

En seis meses, la entidad decidirá si lo publica para esperar otros oferentes, antes de adjudicarlo.

Respecto a los accesos por el sur de la ciudad, Camargo precisó que a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) se le presentó la iniciativa privada ‘Viaducto Soacha’, proyecto que se encuentra en etapa de factibilidad y sobre el cual no se ha hecho ningún tipo de requerimiento sobre permisos u otras gestiones por parte de la Nación al Distrito, y la APP para el tercer carril de la vía Bogotá-Girardot, que incluía el tramo Canoas- Chusacá el cual, por acuerdo entre la Nación, Gobernación y Distrito, se le sumó a la APP de la ALO-Sur, en cuyo alcance ya estaba considerado.

Los proyectos de conexión Bogotá-La Calera corresponden a las iniciativas privadas presentadas en el Distrito y Gobernación sobre calle 153, calle 170 y calle 100, las cuales no se enmarcan en las políticas de movilidad formuladas en el Plan de Desarrollo, por cuanto implican afectaciones ambientales en los cerros orientales y promueven la expansión urbana.

La ANI estructuró la conexión por calle 170, como iniciativa pública incluyendo un túnel de 2 km, proyecto que fue descartado, debido a que al realizar la estructuración se llegó a la conclusión que no era viable financieramente. “Esperamos aprueban al menos algunas de ellas. La de la Autonorte no tiene peajes de entrada y no le costaría a Bogotá un solo centavo. En la salida por la calle 80 estamos pendientes de que entreguen licencia para construir el puente, ya estamos terminando ese corredor Bogotá-Villeta, faltan 8 kilómetros”, precisó el vicepresidente Germán Vargas Lleras.

Fuente: http://www.portafolio.co

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