Rompecabezas San Jorge

En la carta de la organización de los estados americanos su artículo 36 menciona: Las empresas transnacionales y la inversión privada extranjera están sometidas a la legislación y a la jurisdicción de los tribunales nacionales competentes de los países receptores y a los tratados y convenios internacionales en los cuales éstos sean parte y además, deben ajustarse a la política de desarrollo de los países receptores.


Colombia hace parte de la OEA y es firmante de acuerdos y tratados internacionales defensores de la democracia y los derechos humanos que son garantías esenciales inherentes a la naturaleza de las personas, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados por el Estado.

Estas frases, lo que nos hacen entender es que las multinacionales efectivamente deben ajustarse a las políticas del desarrollo y con respeto hacia el individuo y las comunidades, si se falta a este artículo se entraría en una violación a los derechos humanos de los cuales Colombia es firmante en defensa de la democracia, el desarrollo y la seguridad de sus habitantes.

Es confuso entender esto en la lógica de las locomotoras cuando una zona denominada reserva forestal amparada en la ley de economía forestal y conservación de recursos naturales, que cumple condiciones y normas técnicas que la protegen e impiden que esta sea para uso minero y agrícola, de manera sorpresiva su condición cambie y simplemente empiece a ser explotada como ha sucedido en la vereda San Jorge de nuestro municipio.

Lastimosamente la minería solo nos ha traído daños ambientales, el agua inicialmente es el recurso más amenazado por esa actividad, igualmente se fractura el tejido social por que las comunidades son expulsadas de su territorio, no la tienen en cuenta para tomar esas decisiones, le ofrecen dinero a algunos habitantes lo que ocasiona conflicto en las comunidades, las afectaciones económicas se dan por el incumplimiento en inversión social y promesas de empleo que al final generan peores indicadores económicos que antes de la llegada de la empresa, como se ha evidenciado tanto en el Cerrejón y la Guajira que es más recordada por su sequía y su pobreza o las petroleras del Casanare que este mismo año también anunciaban otra tragedia ambiental encarnada en los indefensos chigüiros al paso de las locomotoras.

Informes de prensa mencionan sobre C.I. Trenaco Colombia S.A.S que se dedicada al transporte, compra venta de crudo y carbón entre otras actividades, es la firma que busca explotar la mina Caracoli, su socio más reconocido es el polémico y hábil empresario Carlos Alberto Gutierrez Robayo quien tuvo contratos con la gobernación de Cundinamarca en la época de Andrés González.

Actualmente Trenaco está en el radar de la superintendencia de sociedades por el desbordado y vertiginoso crecimiento de los últimos años, no obstante también el señor Gutiérrez en 2012 fue sancionado por Corpoguavio por el uso de recursos hídricos sin autorización, la sanción fue confirmada mediante la Resolución 704 del 19 de diciembre de 2012 y uno de sus hermanos tuvo negocios con DMG.

La comunidad de San Jorge defenderá su territorio para que sus derechos no sean vulnerados pero proteger el páramo, su vegetación el desarrollo integral de toda una comunidad campesina que habita ancestralmente esos territorios es responsabilidad de los que habitamos el municipio, de manera que si no defendemos hoy nuestro sector rural Soacha podría ser el próximo escenario de una tragedia ambiental la cual cobijan hoy en el país con el cuento del fenómeno del niño y en el futuro no sabremos que otro eufemismo veraniego inventarán para tapar el daño ambiental y la explotación minera a nuestros territorios.

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