Seguimos callados?

Hace escasos días al leer este periódico tuve la terrible sensación o, más claramente, las falsas ideas que originan la paranoia .Pero llegada la calma, releí la información y encontré, sin duda alguna, que se trataba de un comunicado de la Secretaría de Salud de Cundinamarca que indicaba que Soacha, mi lejana tierra, había alcanzado el campeonato de Cundinamarca con la terrible enfermedad del SIDA, con un puntaje del 156.39%, con una de las enfermedades más graves y mortales, provocada por el llamado y siempre terrorífico virus de inmunodeficiencia humana, que destruye una clase de células de defensa del cuerpo humano llamadas «Infocitos cooperadores CD4».


A medida que el VIH destruye los linfocitos, las personas comienzan a contraer infecciones graves. Esta infección, es el síndrome de inmunodeficiencia adquirido, conocido como SIDA. En algunos casos las drogas disminuyen la velocidad del avance, pero la enfermedad no tiene cura. Puede transmitirse a través de la sangre, el semen, los fluidos vaginales y la leche materna. Así, una mujer con el VIH al quedar embarazada, el recién nacido puede contagiarse antes del nacimiento, durante el parto o durante el amamantamiento.

Los síntomas graves de la enfermedad pueden permanecer sin manifestarse durante 10 años. Pero aún sin saberlo, puede contagiar a otras personas, pues es imposible distinguir si una persona está infectada simplemente observándola. El contagio se puede prevenir con la abstención sexual. Evitando el contacto con los fluidos corporales y evitando, también, compartir agujas en todo momento.

Con cualquier síntoma es fundamental consultar con el médico para que disponga lo que corresponda, pero es importante recordar que los medicamentos que se ordenan para el caso no son una cura, y que en la actualidad no existe ninguna vacuna para la enfermedad.

Todo lo manifestado aquí, sobre la terrible enfermedad, campeona en Soacha, no es de mi conocimiento, porque no soy médico, pero lo he tomado de la Internet que tiene lo que en resumen he transcrito.

Todo esto, para hacer entender a la gente de mi tierra que no es nada bueno lo informado por la Secretaría de Salud de Cundinamarca, y que están en la obligación de solicitar a las autoridades municipales la inmediata intervención para impedir el avance del contagio, y quitarles ese humillante campeonato de tan terrible mal, que no se puede terminar con simples charlas del Alcalde o de reuniones en iglesias o teatros, sino en los consultorios y los Hospitales, que existen, precisamente, para estas situaciones.

De otra parte, debe hacerse un análisis profundo de la actual situación de nuestra tierra y del descuido ciudadano que, desde hace mucho tiempo, pone en peligro su verdadera identidad y su historia de tierra honesta y generosa e incapaz de conseguir una vida mejor para sus residentes naturales o no, ante la abulia de gobernantes incapaces o charlatanes de oficio que han llegado desde años y casi siempre con agentes improvisados en cada cargo, que bien les valdría no haber aparecido por aquí.

Funcionarios que se dedican a vegetar o a llevar a cabo contratos o actuaciones que no pueden explicar a las entidades que las revisan, o hasta hacer fiestas decembrinas en las que se pierden millones de pesos sin que se den explicaciones, y que después son cargados como responsables a los funcionarios respectivos, quienes muchas veces solo comparecen hasta un año después a rendir cuentas amañadas o , para justificarlas, a presentar testigos que juran haber vendido a la entidad examinada, elementos de los que no pudieron explicar legalmente su valor, o dónde está y para qué sirvió, como ha ocurrido con el IMRDS y la Secretaría de Educación en su famosa fiesta del mes de diciembre del año anterior, que le costó el cargo a uno de sus funcionarios. Y sin olvidar las muchas licitaciones de la Alcaldía que no se sabe en qué quedaron, o si se fueron a dormir al cuarto de San Alejo.

No obstante se diga que somos reiterativos, hay que decir que algunos funcionarios ni siquiera saben decir mentiras que suenen bien a los oídos. No decir nada de lo ocurrido, por ejemplo, en el IMRDS, es tener una conciencia absolutamente laxa en lo que concierne a los dineros que con gran sacrificio pagan los soachunos por los impuestos. Y el primer empleado del Municipio ha dicho algo de los dineros «refundidos» en el IMRDS? Y qué se hace con quienes cobran entradas al Teatro Sua y las guardan en sus bolsillos, como se denunció ya por Periodismo Público? Puede estar seguro el señor Nemocón que nadie impedirá a quienes nos enteremos de la existencia de «Chorizos» en las dependencias de la Administración, ni bajaremos nuestro tono de voz, ni lanzaremos a la basura nuestro bolígrafo para denunciarlo, ni mucho menos dejaremos de utilizar el computador, así a quienes denunciamos nos lo llenen de «mensajes» que lo hagan explotar, pero jamás callaremos y, mucho menos, cuando contamos con un gobernante espurio y una Contraloría que sí trabaja.

Se habló en su tiempo por el señor Nemocón que había que crear riqueza en el pueblo a gobernar, pero hoy después de dos años de gobierno, solo queda repartir miseria, mediante funcionarios ineptos que inician obras pero nunca se terminan o se abandonan irresponsablemente por funcionarios que no tienen disculpa que emplear, o se enferman, pero se van de paseo y pagan supuestamente en dólares, que es como se viaja bien, pero nada se dice de cierta fiesta decembrina y millonaria con un solo responsable de aquella, que fue fulminado de inmediato y todo arreglado con su destitución. Y así habrá que decir de la Administración: Apaga y vámonos, o seguimos callados?

joseignaciogalarza@yahoo.es

Siga a Periodismo Público en Google News. Suscríbase a nuestro canal de Whatsapp