Tragedia anunciada en San Carlos amenaza con derrumbar varias viviendas

El estado del terreno en el que se encuentra parte de la urbanización San Carlos y específicamente el muro que divide el conjunto con una invasión por la parte suroriental, tiene en máxima alerta a los residentes y miembros del consejo de administración. Ellos aseguran que hay dilataciones que constituyen un elevado riesgo y que con el paso del tiempo incrementan la posibilidad de generar una tragedia para los habitantes de la copropiedad.


El impresionante deterioro del muro meridional que limita y debería proteger a la urbanización San Carlos, tiene en alerta a los residentes del bloque D, ubicado en la parte más alta del conjunto. La comunidad alega que el suelo sobre el que fue edificado el bloque no es apto para el uso que se le dio, razón por la que buscan llamar la atención de la administración municipal para que se tomen medidas preventivas antes de que el terreno termine cediendo.

“Cuando el conjunto fue construido en los años 80 el suelo era firme y su utilización estaba destinada para la construcción de las torres y el muro meridional que lo limitaba con el terreno que antes pertenecía a la ladrillera Lucitania. Sin embargo al cerrar la empresa, los dueños lotearon la propiedad, sin ninguna clase de permiso por parte de Curaduría o Planeación. Ahora el peso de las viviendas que construyeron sobre la pared han influido gravemente en el deterioro de la misma, exponiendo especialmente la integridad de esas familias”, describió Claudio Valenzuela, secretario general del consejo de administración de San Carlos.

Sumado al inconveniente de la invasión vecina que amenaza la integridad de los residentes de ambas urbanizaciones, la acumulación de humedad en el suelo ha acentuado su condición inconsistente, hecho que se ve reflejado en la erosión de más del 80% del muro, la cual se ha expandido gradualmente hasta extenderse por más de cien metros, dejando las casas construidas sobre el mismo prácticamente sobre la nada.

“Antes el muro contaba en su parte superior con una canal y un andén que incluso posibilitaba el paso seguro de las personas, actualmente más del 80 por ciento se ha caído. Empezó hace años con grietas que en principio no representaron ningún riesgo para nosotros, sin embargo cada vez que llovía la humedad se conservaba y de apoco las afectaciones empezaron a cuartear todo el muro, convirtiéndolo en pedazos que comenzaron a desmoronarse, dejando al descubierto el suelo de gravilla aguoso de la montaña y sobre el cual están construidas todas las viviendas vecinas”, resaltó Libardo Ramos, presidente de la propiedad horizontal.

La afectación del muro y el agrietamiento del espacio común son solo algunos de los problemas generados por el estado del suelo. Una de las mayores preocupaciones para la comunidad es el hundimiento de dos torres del bloque B y otra del D, problemática por la cual se han manifestado repetidas veces ante la administración municipal en busca de hallar una solución preventiva que garantice la seguridad, tanto de los habitantes de las viviendas de invasión en riesgo como la de los residentes de la propiedad horizontal.

Como respuesta a los derechos de petición radicados en la alcaldía y las dependencias competentes, aseguran que desde la Secretaría de Planeación reiteran que no es posible atender el llamado puesto que se trata de un predio privado. Sin embargo el consejo de administración alega que la parte mayormente afectada tiene que ver con la zona de invasión, y la parte superior del muro (que es la más deteriorada) no pertenece legalmente a San Carlos, sino que era espacio público, antes de ser ocupado de forma ilegal.

Teniendo en cuenta el complejo panorama descrito por los líderes y habitantes del conjunto, insistieron en la necesidad de mantener las porterías D y B que completan el encerramiento que protege la urbanización y controlan el paso de vehículos por la vía que la divide, ya que si llegaran a ser abiertas no habrá ningún tipo de garantía o control que evite que buses y camiones pasen por ahí.

“Hay un fallo por parte de la administración municipal en espera de solucionar la apertura de las porterías, pero la vía que pretenden habilitar y volverla publica no es apta para soportar el paso de vehículos pesados y una vez que sea abierta es seguro que sea usada de esa manera. En nuestra preocupación como copropietarios de la propiedad horizontal, manifestamos que para la alcaldía en este tipo de casos si no somos propiedad horizontal y se atreven a intervenir, afectando la tranquilidad de los residentes; sin embargo, para situaciones como el gran problema que tenemos con el suelo sí somos propiedad privada y no es posible hacer nada para garantizar la seguridad de las familias”, expresó el secretario.

Finalmente, Claudio Valenzuela declaró que también han consultado una posible solución a la problemática con el alcalde electo, Eleázar González. De esta manera esperan contar con el apoyo de la siguiente administración para garantizar la seguridad y la protección de la integridad y las viviendas de decenas de familias que se encuentran en riesgo por el estado de la superficie sobre la que están edificadas sus viviendas.

Siga a Periodismo Público en Google News. Suscríbase a nuestro canal de Whatsapp