Transmilenio pierde usuarios en Soacha, colectivos ganan terreno

Los cerca de 2 mil vehículos de transporte público que prestan servicio entre Soacha y Bogotá siguen jugando un papel importante a la hora de movilizar pasajeros entre las dos ciudades. Diariamente se desplazan alrededor de 120 mil personas, muchas de las cuales prefieren los colectivos viejos, destartalados e inseguros, debido al pésimo servicio de Transmilenio.


Transmilenio-Soacha
Transmilenio-Soacha

Para una persona que viva en sitios periféricos del centro de Soacha le es más rentable subirse a un colectivo porque sabe que lo va a dejar cerca al trabajo o lugar de estudio, a pesar de la pésima movilidad en la Autopista Sur.

“Yo vivo en Llanos de Soacha y la verdad al comienzo me venía hasta San Mateo a coger Transmilenio, pero me cansé de regalar plata en pasajes, de que lo empujen y lo manoseen en la estación, y de la demora de los buses rojos para salir. Hice cuentas y vi que terminaba llegando a la misma hora, entonces decidí utilizar sólo colectivo”, aseguró Magda Cáceres, residente en comuna uno.

Ella forma parte de los 120 mil pasajeros que se movilizan diariamente entre el Municipio y el Distrito en el transporte tradicional. Prefieren soportar el trancón que se hace en Bosa, pero saben que no deben parar en San Mateo a hacer una fila de casi media hora y luego alrededor de otros 20 minutos dentro de la estación para subirse a un articulado.

“Yo salía de la casa faltando 10 minutos para las cinco y llegaba a la estación San Mateo sobre las 5:15 a.m. Allí tenía que aguantarme una fila de unos 25 minutos o media hora; luego entre apretones, empujones y manoseos necesitaba otros 20 para poderme subir a un Transmilenio como una “salchicha”, es decir, lo terminaba cogiendo como a las 6:10 de la mañana. Ahí ya había perdido más de una hora, por eso decidí volver al colectivo”, aseguró María Fernanda Sanabria, residente en el sector de San Carlos de la comuna seis.

El servicio de transporte colectivo entre Soacha y Bogotá lo prestan 27 empresas con alrededor de 1.900 vehículos, los cuales se han convertido en la alternativa para quienes deben desplazarse a diario entre las dos ciudades, no obstante los trancones, el mal estado de buena parte de los automotores, el mal trato de algunos conductores y la inseguridad para los pasajeros, ya que muchas bandas están dedicadas a atracar dentro del transporte público.

Un problema persistente es el trancón que se hace en Bosa, el mismo que deben soportar diariamente y casi a toda hora, tanto pasajeros como conductores, un tema que le corresponde gestionar a la Secretaría de Movilidad de Soacha, pero que depende directamente del Distrito.

“Lo que pasa es que al actual secretario de movilidad de Soacha, Carlos Giraldo, sólo le interesa sacar multas pero de soluciones nada. A toda hora están con operativos para sacarle la platica a la gente, tiene a unas personas tomando fotos por la séptima y muchas vías para los dichosos fotocomparendos y así, pero nunca uno escucha que se gestione con Bogotá para que nos solucionen ese bendito trancón de Bosa”, replicó un conductor que no quiso revelar su nombre.

Pero a pesar de lo anterior, el transporte colectivo tradicional ha venido recuperando terreno, mientras que Transmilenio se mantiene, más por la necesidad de utilizarlo que por el servicio que presta.

Además, las autoridades no ayudan mucho a agilizar los tiempos en Transmilenio, ya que permiten que los particulares invadan el carril exclusivo desde el Portal Sur, causando demoras y congestión dentro de la troncal, y finalmente, la falta de cultura ciudadana se ha convertido en otro dolor de cabeza porque el mal comportamiento de los usuarios es una de las mayores quejas a la hora de detectar falencias en el servicio.

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