Venezolanos siguen llegando a Bogotá

Después de Norte de Santander y La Guajira, Bogotá es la región donde hay más ciudadanos del vecino país, que residen de forma irregular, situación que les impide trabajar y los hace vulnerables a la explotación.


Es cada vez más frecuente ver en Colombia a venezolanos ejerciendo todo tipo de oficios y acudiendo a diversos escenarios en búsqueda de recreación, salud y educación. Actualmente, hay más de 819.000 en el país y solo en Bogotá han encontrado refugio casi 118.000 de ellos. Sin embargo, es claro que son muchos más, dado el subregistro que persiste y que dificulta que las autoridades nacionales tengan un panorama completo que permita orientar los esfuerzos a la hora de formular políticas públicas para atender mejor su situación.

En la capital, según los datos del Gobierno Nacional consignados en el Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos en Colombia (RAMV), de los 117.886 que residen en Bogotá, el 63 % (74.403 ciudadanos) cuentan con permisos especiales de permanencia, ideados para que puedan establecerse y trabajar en el país hasta por dos años. No obstante, los otros residen de forma irregular, lo que implica que al menos uno de cada tres aún no ha definido su situación. Esto no sólo los expone a ser deportados, sino que facilita que terminen siendo explotados o que no accedan efectivamente a servicios básicos.

“Aunque el número de venezolanos irregulares censados es de 43.500, la cifra podría ser superior, ya que el registro fue voluntario y la ciudad continúa recibiendo migrantes a diario”, alertó la administración, que a través de un comunicado precisa que las localidades de Santa Fe (con 4.569 ciudadanos), Kennedy (4.036) y Suba (3.873) congregan el 28 % de extranjeros sin documentos. En contraste, Sumapaz (257), Antonio Nariño (369) y Puente Aranda (447), son donde menor presencia hay.

Aunque la mayoría de los que compartieron sus datos con el RAMV informaron la zona donde actualmente habitan, llama la atención que 7.629 –el 17,5 % de los irregulares– no fijaron un lugar de residencia y se limitaron a decir que permanecían en Bogotá. Es decir, se trata de población flotante que aún no ha podido establecerse de manera definitiva y que constantemente debe estar desplazándose.

Fuente: Elespectador.com

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