Y de las elecciones, ¿qué?

Seguramente, como en todas estas ocasiones, las gentes de mi tierra, según sus opiniones y manera de pensar, ya han escogido a sus candidatos. Pues a unos y otros les importa lo mismo que sea Pedro, o Juan Manuel, porque siempre hacen lo mismo: Nada. Y con ese argumento, como alguien decía en tales circunstancias, “lo mejor es que acaben con esa vagabundería”.


Magnífica idea, según su manera de pensar, porque, procediendo así, o dejando a los mismos, salvo contadísimas excepciones, se colabora al “cambio radical” de nuestra tierra, como fácilmente se deduce al leer el contenido de dos artículos que publiqué en radio Rumbo estéreo, en marzo 25 y mayo 21 de 2.004, que me permito transcribir a continuación, si tenemos en cuenta que se acercan, a toda velocidad, las elecciones y, ojalá pensemos libremente lo que se debe hacer a ciencia y conciencia, y observemos de lo que son capaces algunos personajes de la política que han llegado a ser concejales, incluso alguno pretende llegar al Congreso Nacional, olvidando que quiso con algunas compañeras de oficina y profesión, y presidenta del Concejo de Soacha, conseguir un dinero a través de un contrato leonino, al que se sumó posteriormente Juan Carlos Nemocón, como se observará más adelante, con el resultado del negocio.

Así decía en la radio citada, en la primera fecha señalada: “Cuando conocimos la lista de concejales que al repasar sus nombres detenidamente, encontramos, irremediablemente más de lo mismo. Y no nos equivocamos un ápice, porque a finales de febrero comentábamos ´que al revisar la Internet´ se nos pusieron los pelos de punta cuando hallamos una página web que trataba, no de exaltar sus logros culturales ni de desarrollo municipal, sino por el contrario, darnos a conocer las locuras que el periodismo encontró y mostró al mundo desde la magia de la informática, produciéndonos ira y vergüenza por el abandono y corrupción que allí se muestra y se denuncia sin reservas.

Y ahora, nuevamente hemos encontrado una noticia que con gran despliegue se presenta en El Tiempo de Bogotá y se ha mantenido para mostrar al mundo la presunta corrupción achacada a la presidenta del Concejo, Araminta Vargas Navas, quien se posesionó del cargo el 2 de enero último y el 5 del mismo mes contrató con la firma M&S, asesoría jurídica por sesenta millones de pesos, cuando esta entidad solamente adquirió vida jurídica el 8 de tal mes del año en curso. Es decir, que el contrato se firmó con un Fantasma. Esa circunstancia le costó a doña Araminta que la Procuraduría la separara del puesto para posteriormente oírla en diligencia de descargos.

Lo curioso es que el nuevo presidente de la Corporación, Juan Carlos Nemocón al asumir el cargo, salió en defensa de la expresidenta alegando que todo fue un error mecanográfico, pues no era el 5 la fecha de la firma del contrato, sino el 15. Qué curioso, también, porque se ha empleado el mismo sistema y el mismo argumento que se alegó, cuando hace algunos años, no tantos por cierto, se concedieron auxilios del Tesoro Municipal para algunos concejales para supuestamente beneficiar a entidades que solo un tiempo después nacieron a la vida jurídica, pues lo mismo que ahora con doña Araminta, eran fantasmas, pero con la diferencia que esta señora necesitó apenas dos días de su eficiente trabajo para la licitación y la firma con M&S del contrato para una asesoría… No le podría contar a Soacha doña Araminta, dónde y cuándo conoció a los representantes de M&S, por qué firmó tan de prisa el contrato de asesoría jurídica y cómo supo y está tan seguro el señor Nemocón que todo se debe a un fallo mecanográfico y nada más?…”

Y prosigamos con nuestra historia para saber lo que sucedía cuando seguimos empleando Radio Rumbo el 21 de mayo del mismo año, ya citado atrás, y decíamos lo siguiente:

“En nuestra nota del 25 de marzo último peguntamos a la flamante concejal Araminta Vargas Navas, por conducto de quién o quiénes o donde conoció a las representantes de M&S, Consultores Administrativos Ltda, Mónica Ximena Moreno y Jenny del Pilar Sandoval Espitia, beneficiarias del Contrato de Asesoría firmado el 5 de enero de 2.004, cuando no había nacido a la vida jurídica tal Sociedad. Y lo hicimos con la convicción que no nos iba a responder, no faltaba más.

Es la oportunidad de preguntar a don Juan Carlos Saldarriaga Gaviria, de donde nació ese afán mutuo para procurar la firma del contrato de asesoría con Consultores Administrativos Asociados Ltda que tiene como socias a sus supuestas condiscípulas Mónica Ximena Moreno y Jenny del Pilar Sandoval Espitia, quienes constituyeron una Sociedad solo para tal efecto el 6 de enero de 2.004, mediante Escritura Pública Número 0000011 de la Notaría 1ª de Bogotá, inscrita en la Cámara de Comercio de la misma ciudad el 8 de enero del mismo año con No. 00914632 del Libro IX y que le correspondió el No.01330583 de Matrícula Mercantil, quedando en firme el 16 de enero por haberse corrido la fiesta del 6 del mismo mes, pero se firmó el contrato el 5, cuando la Sociedad no existía jurídicamente hablando.

Pero además, también debemos preguntar al dinámico Concejal Saldarriaga Gaviria, como lo hicimos ya con su colega Araminta, por qué razón no ha empleado la misma diligencia y dinamismo con las múltiples y urgentes necesidades del Municipio, cuyas soluciones no dan más espera y procura terminarlas, no en dos días, como el contrato de marras, sino presentando proyectos de Acuerdo para conseguir el verdadero desarrollo de nuestro Municipio.

Realmente, los sesenta mil pesos del Acuerdo estaban bien señalados, si, tenemos en cuenta que eran seis los que de ellos se iban a beneficiar: el Concejal Juan Carlos Saldarriaga y sus cinco compañeras.

Para finalizar hay que consignar que las intervenciones de la presidenta del Concejo, ya citada, y las de Juan Carlos Saldarriaga y Juan Carlos Nemocón, hay que lamentarlas, pero preguntarles también cuándo hará las cosas bien.

José Ignacio Galarza M.

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